21 de febrero de 2012

El Hotel New Hampshire

El Hotel New Hampshire.
Título original: The Hotel New Hampshire (1981).
La siguiente reseña corresponde a la 3ª edición en la colección Fábula, de Mayo de 2010.
Editorial: Tusquets.

John Irving nos cuenta la historia de una familia a través de sus experiencias como dueños y huéspedes de tres hoteles. La peculiaridad de los personajes y las situaciones forman parte del Universo Irving, por lo que no extraña que los distintos osos que habitan en la historia, reales o no, sean igual de protagonistas que las personas.
De Estados Unidos a Austria y de vuelta al país de la supuesta libertad, a través de tres hoteles, dos osos y unos cuantos muertos.
Lo absurdo y lo miserable, lo patético y lo real, la vida, en fin, se dan cita en El Hotel New Hampshire.

Veredicto del Sobaco: después del buen sabor de boca que me dejó la anterior novela de Irving, El Mundo según Garp, apunté este título en el papel donde anoto los libros para leer. Un papel, por cierto, que cada vez cuenta con más referencias. A veces lo miro y me agobio; sé que no voy a tener vida suficiente para leer todo lo que quiero leer. Se hace lo que se puede, pero la vida es demasiado breve. Deberíamos tener un mando a distancia que nos permitiera detener el tiempo a voluntad, y estar un par de semanas dedicados exclusivamente a leer para después, reanudar el movimiento. ¿Por qué, en vez de tanta aplicación para smartphones, no se investiga en algo útil?
Volviendo a este Hotel New Hampshire, he de decir que me ha defraudado. Tal vez mis expectativas eran demasiado elevadas, no sé. El caso es que el libro tiene un comienzo lento; de hecho, las primeras 60 páginas son ciertamente prescindibles. A partir de ahí, con la historia del primer hotel, remonta. Después, el ritmo y el interés decaen hasta morir, durante unas 150 páginas realmente soporíferas para, finalmente, volver a la vida y concluir la historia de una manera bastante digna. La conclusión es evidente: el libro tiene una extensión de unas 530 páginas y, si hubiera tenido 200 menos, el resultado hubiera sido muchísimo mejor.

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