21 de octubre de 2011

Que pase el siguiente

En el Artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, ese texto al que se hace referencia de manera casi constante y que no se respeta casi nunca, podemos leer que "toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal".
Como añadido, en Artículo 11, se recoge que toda persona acusada de delito tiene derecho a un "juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa".

No sé por qué sospecho que en el asesinato de Gadafi, perpetrado ayer, igual que sucedió en el de Bin Laden, no se han respetado ni el uno ni el otro.
Tiene cojones (y muchos), que un tipo como Obama tenga un Premio Nobel de la Paz cuando tiene, al menos, dos asesinatos a sus espaldas.
Las injusticias y las desigualdades seguirán a la orden del día mientras exista un país, Estados Unidos, que tenga la potestad para decidir quién es bueno y quién es malo, quién es amigo y quién es enemigo, quién puede vivir y quién merece morir.

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