25 de julio de 2011

Electricidad, Nivel 2

Cambiar un enchufe, no el de la pared, sino donde termina el cable de un aparato, fue la segunda prueba en mi camino para ser jedi de electricidad, después de mi anterior fracaso.
Pieza negra (o blanca) de plástico con dos patitas al final... un enchufe, vamos.
Para proceder a la disección del mismo me hice con un destornillador de estrella.
La cosa pinta bien.
Tras varios intentos fallidos a la hora de desenroscar el tornillo del enchufe, empecé a temer por mi integridad.
Entré en boxes y cambié de destonillador; uno de cabeza plana sería más apropiado, pues el tornillo había evolucionado y ya no era de estrella. El peinado del tornillo ahora era desenfadado y cool, sin raya ni estrella, sino todo lo contrario.

Enganché como pude la punta de mi destonillador a la cabeza del rebelde y, tras un par de minutos de esfuerzo sobrehumano, parí: el enchufe estaba descorchado y expuesto.
Podíamos proceder a la disección.
La anatomía interior de un enchufe se compone de las siguientes partes:
- Antenas: órganos sensoriales a través de los que el enchufe se conecta al mundo y capta todo lo que sucede
- Tórax: cavidad en la que se encuentran todos los órganos del enchufe, cables pelados, piezas de plástico inservibles y familias de rumanos a ver qué cae
- Ano: por donde el enchufe comunica la mierda (en el caso de la televisión) o la electricidad (en el caso de los demás electrodomésticos) al resto del mundo

Desatornillé las antenas y liberé los cables pelados.
Retiré la carcasa a sustituir y coloqué la nueva.
Cable por aquí, tornillo por allá, bisturí, hilo de sutura y voilà... enchufe cambiado.
Compruebo que no me quedan piezas encima de la mesa: aparentemente, todo está dentro del enchufe, en su sitio y listo para funcionar.
Enchufo el aparato a la corriente eléctrica, cruzo los dedos, me parapeto tras el sofá y lo enciendo.
No explota nada, vamos bien.
Un par de minutos después, el aparato que estaba arreglando (una manta eléctrica), vuelve a funcionar correctamente.
Puedo decirlo con la cabeza bien alta: ya soy cinturón blanco-amarillo en electricidad.

La imagen que acompaña este artículo procede de esta página

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