20 de marzo de 2012

Dos hobbits toxicómanos alteran la paz en Mordor

El pasado domingo, cuando los dos hobbits F. B. y S. G. se encontraban a los pies del Monte del Destino, en Mordor, testigos presenciales de los hechos cuentan que comenzó una fuerte discusión que acabó con ambos hospitalizados.
El motivo de la disputa fue un anillo que, según la Mordantza, la policía autonómica de Mordor, había sido robado por los hobbits unos meses antes, según la denuncia que el legítimo propietario de la joya, conocido en el barrio por el pseudónimo de Gollum, presentó en su momento.
Una patrulla de la Mordantza detectó a los hobbits cuando ascendían por la ladera del monte; sus ropas y movimientos resultaron sospechosos, por lo que les siguieron hasta el mismo borde del volcán.
Allí escucharon la discusión que se produjo entre ellos; según nos han hecho saber, F. B. le comunicó su intención de quedarse con el anillo para sí mismo, por lo que S. G. montó en cólera y respondió con un "amos, no me jodas".

A continuación, S. G. le reprochó a F. B. que si su intención era quedarse con el anillo, ya podría haberlo comunicado mucho antes, cuando estaban en La Comarca, en vez de recorrer medio mundo para cambiar de idea al final. "Cuando Gandalf te entregó el anillo, pidiéndote que te hicieras cargo, le podrías haber dicho: Gandalf, paso total; que lleve el anillo tu vieja", continuó S. G.
La única respuesta por parte de F. B. era repetir, de manera compulsiva, que la joya era su tesoro. "Estaba consumido por las drogas", manifestó uno de los agentes de la Mordantza.
Esa conducta alteró todavía más a S. G., que contestó con un "ni tesoro, ni pollas", para continuar con un "me has hecho recorrer todo el puto mundo con los pies descalzos, me he tenido que pelear con una araña gigante que tenía más mala hostia que un troll estreñido, me he tenido que vestir con ropas de orco, me he estado alimentando a base de pan durante semanas, así que no me vengas con tesoros".

Parece ser que F. B. respondió reclamando la propiedad de la joya, lo que alteró definitivamente a S. G. que, a la voz de "por mis cojones que lo tiras", se abalanzó sobre el primero, originándose la pelea que terminó con ambos en el hospital.
Vecinos de la zona confirman que se trata de un barrio peligroso, en el que las trifulcas son habituales. "Por aquí hay mucho yonki", afirma una octogenaria que reside cerca del Monte del Destino.
La Mordantza recuperó el anillo y lo entregó a su legítimo dueño, que recibió el cariño de los presentes cuando lo restituyó al dedo anular de su mano izquierda. "¡Gollum, Gollum, Gollum!", le aclamaron, mientras se calaba sus gafas de sol de espejo y subía a su bemeuve de la serie 3.
Un final feliz, afortunadamente.

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