Llevábamos meditando la medida desde hace unas cuantas semanas, hartos de envenenarnos cada vez que pasábamos por ese canal.
Da igual que uno pase por ahí haciendo zapping o que se quede en busca de algo decente que llevarse al párpado.
Telecinco envenena.
Y mucho, además.
Después de lo sucedido en el programa de Ana Rosa, donde se traspasaron todos los límites marcados por la ética periodística, hemos decidido que ya no aguantamos más.
Hasta nunca, Telecinco.
Nuestro hogar está mucho más limpio desde ayer.
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