Un directivo de una multinacional con sede social en las Islas Caimán y que responde a las iniciales G.O.L. y al que llamaremos Manolo para abreviar, ha provocado el caos en los mercados bursátiles al anunciar una serie de medidas para intentar salir de la crisis.
Su primer anuncio ha consistido en una propuesta de tratar a sus empleados con respeto y cariño, reconociendo todos sus derechos, recompensando su valía con sueldos dignos y animándoles a trabajar de manera responsable y organizada, olvidando eso que tanto les gusta a los malos jefes del pie en el cuello y las frases tipo "esto es lo que hay y al que no le guste, ya sabe dónde tiene la calle, porque tengo el cajón lleno de currículos de gente con ganas de trabajar".
Continuaron las reformas eliminando a todos los mandos inútiles y manteniendo en nómina sólo a aquellos jefes verdaderamente necesarios para que no molesten a los trabajadores, destinando el salario que se despilfarraba en ellos a mejorar las condiciones económicas de los curritos. "Al fin y al cabo, un trabajador contento trabaja mucho mejor que uno puteado", apuntó Manolo.
La tercera medida consistió en prohibir que se saliera más tarde de la hora de salida estipulada por el contrato y, en caso de hacerse, abonando las horas hechas de más como horas extras y compensando con días libres el esfuerzo adicional solicitado a los trabajadores.
Cuando Manolo iba a anunciar la cuarta, se desmayaron tres directivos de la misma multinacional.
Afortunadamente, los empleados de seguridad pudieron reducir al agitador, aunque el mal ya estaba hecho y las acciones de la compañía habían subido como la espuma, lo que impidió que los altos cargos de la multinacional pudieran seguir comprando acciones a bajo coste para incrementar su ya inmenso capital.
Un portavoz de la CEOE se apresuró a declarar que "este individuo no representa en absoluto a los empresarios españoles", tranquilizando al sector empresarial indicando que se estaban tomando "medidas para evitar que este tipo de comportamientos se extiendan" y añadiendo que iban a convocar una manifestación bajo el lema "Manolo, no jodas".
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