
En un intento de facilitarle las cosas al dependiente, le dije que yo quería un calipo de los verdes.
El chino se me quedó mirando fijamente a los ojos, como si me estuviera leyendo la mente (estoy convencido de que lo estaba haciendo) y, después de un par de segundos, giró la cabeza y le pegó un grito solemne a la china que estaba a su lado viendo la tele... ¡Calipo Lima-Limón!
Acojonante.
Yo intentando ponerle las cosas fáciles y el chino sabía más que los ratones coloraos.
Ya he comentado en alguna otra ocasión que son superiores y que dominarán el mundo cuando les dé la gana.
Son más, aprenden rápido, leen la mente, viven más tiempo, tienen costumbres sanas y estoy convencido de que emiten rayos hipnotizantes.
Es inevitable, como decía el Señor Smith en Matrix.
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