4 de diciembre de 2010

El chino del calipo

Hace un par de veranos entramos en una tienda regentada por chinos para comprar un par de polos.
En un intento de facilitarle las cosas al dependiente, le dije que yo quería un calipo de los verdes.
El chino se me quedó mirando fijamente a los ojos, como si me estuviera leyendo la mente (estoy convencido de que lo estaba haciendo) y, después de un par de segundos, giró la cabeza y le pegó un grito solemne a la china que estaba a su lado viendo la tele... ¡Calipo Lima-Limón!

Acojonante.
Yo intentando ponerle las cosas fáciles y el chino sabía más que los ratones coloraos.
Ya he comentado en alguna otra ocasión que son superiores y que dominarán el mundo cuando les dé la gana.
Son más, aprenden rápido, leen la mente, viven más tiempo, tienen costumbres sanas y estoy convencido de que emiten rayos hipnotizantes.
Es inevitable, como decía el Señor Smith en Matrix.

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