Evidentemente, me hubiera gustado ver a Queen, los Creedence, Lynyrd Skynyrd, Beatles y muchos otrs más pero, sin duda, los conciertos en los que más hubiera disfrutado si hubiera tenido la ocasión, el valor y el dinero para haber ido, hubieran sido los siguientes:- Cantores de Híspalis (¡mucho ojito, que tienen página güeb!): aún me despierto muchas noches, en las que me invade ese extraño sentimiento rociero que, con matemática impuntualidad me visita cada 29 de febrero (y me agobia esa frecuencia), poseído por un yo-qué-sé-y-qué-sé-yo que me hace exclamar como un poseso eso tan olvidado ya de a bailar, a bailar, alegres sevillanas, todo el mundo a bailar, a bailar, a bailar...
- Milli Vanilli: yo no me termino de creer todas esas infamias que se levantaron alrededor de estos dos trovadores. Lo que pasa es que la envidia es muy mala y el talento de verdad, el de pata negra, siempre ha estado, está y estará muy perseguido. Sólo hay que ver la cantidad de gente que habla mal del pelopolla de Almería para constatar que siguen corriendo muy malos tiempos para la lírica. Querido Milli, querido Vanilli, desde la apartada chabola de La Rosilla en la que moráis, donde la luna brilla y el sol jamás se oculta, yo sigo creyendo en vosotros, que lo sepáis.
- Andy & Lucas: desde su trágica muerte, aún no he levantado cabeza. No me perdonaré jamás la cantidad de oportunidades que tuve para acudir a sus conciertos para, al final, abrumado por el "qué dirán", no hacerlo nunca. Ahora ya es tarde. Tendré que aprender a vivir con ello.
- El Puma: sé que soy de las pocas personas que hay en este universo capaces de apreciar la magia intrínseca a esos maravillosos versos ocultos tras la aparentemente facilona Pavo Real. La canción protesta sigue vigente y usa laca para el pelo.
Pd: parece ser que Andy & Lucas siguen vivos. Cagüen... bueno, ese disgusto que ya tengo pasado por si algún día sucede lo inevitable.
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