16 de octubre de 2012

Adiós a la información

El modelo de pirámide invertida es un modelo de jerarquización de la información usado en Periodismo para exponer los hechos. Los datos se ordenan de mayor a menor importancia. Se trata de un modelo que se empezó a utilizar durante la Guerra de Secesión y, aunque en muchas empresas informativas se sigue manteniendo, hay muchas teorías que consideran que el modelo está anticuado.
Pero, ¿es posible que se mantenga de manera interesada? Al fin y al cabo, con este modelo, se tiende a que el lector se informe de una manera rápida e indolora, que no se aburra, que la información sea algo ligero y de fácil digestión. Un titular, tres o cuatro líneas y, hala, a por el siguiente.

Sabemos que después del caso Watergate, los gobiernos se blindaron frente a este tipo de informaciones: una ciudadanía bien informada siempre es más crítica y exigente que una que no lo esté y, claro, eso a los gobiernos no les interesa. ¿Y si la estrategia hubiera ido un poquito más allá?

Fue también en esa época cuando la televisión se convirtió en el medio preferido para informarse. Poco a poco, las noticias se han ido convirtiendo en espectáculo. ¿Ha sido de manera casual? Si hace unos años un programa como La Clave era un modelo a seguir, hoy sólo provocaría bostezos entre la audiencia. ¿Es preferible que la ciudadanía consuma fútbol o programas del corazón?

Y encima, el resto de los medios se han ido contagiando de esa tendencia propuesta por la televisión. Prensa y radio son ahora un vago recuerdo de lo que fueron. El análisis ha quedado muy atrás y la consigna parece clara: no aburrir a los lectores/oyentes/espectadores. Y para ello, lo único que se ofrece es entretenimiento, camuflado de información con más o menos éxito, pero entretenimiento al fin y al cabo. Es como si el periodismo actual (con contadas y honrosas excepciones) tendiera a convertirse en una especie de tuiter: sencillo y rápido.

Adiós a la información y, por tanto, adiós a la crítica. Sólo nos queda la diversión, pura y simple diversión. No sé si soy demasiado exagerado pero, cuando pienso en todos los gobiernos de occidente y su control de las empresas de desinformación, sólo puedo imaginarlos haciendo el gesto del violín que hacía Juan Tamariz tras un truco genial.

La imagen que acompaña este artículo procede de esta página


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