Llevábamos casi dos semanas sin enchufar el aparato anti-mosquitos a la red y, de momento, ni un solo picotazo.
Anoche me preguntó mi chica si no lo íbamos a poner.
"¿Para qué, si no nos pican?", respondí yo.
Esta mañana he amanecido con dos picotazos, uno en el codo derecho y otro un poquito más abajo del entrecot, justo encima de la zona lorziana.
Eso por hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario