13 de junio de 2011

Expresiones generacionales

A los que tenemos cierta edad se nos distingue, aparte de lo evidente (calvas, barrigas, canas, exhalaciones de aliento al sentarnos...), por la manera de vestir, de actuar y, como el caso que nos ocupa, de expresarnos.
Porque si yo le digo a un chaval de los de mi clase, que la mayor parte de ellos rondan de manera impertinente e insultante los diecinueve años los muy hijosdeputa, que tiene "menos detalles que el salpicadero de un Seat Panda", se reirá por compromiso, pero no porque se haga una idea del aspecto árido que el Panda ofrecía tras el volante.

Esta estúpida reflexión me ha venido a la cabeza al llegar a mi casa y ver aparcado en la acera un Seat Panda de color blanco y pezuña negra.
¿Estamos condenados a entendernos con las generaciones venideras sólo hasta un punto y, a partir de él, por falta de referentes comunes, la comunicación se imposibilitará?
¿Conseguiría una colección de laminas de venta en kioscos con imágenes que ayudaran al entendimiento intergeneracional (el cuñado de Rocky Balboa, los ojos de Espinete, la niña del Wipp Express, el Hombre del Loro...) salvar esas distancias o el efecto que crearon en los chavales Xuxa, los Teletubbies y Leticia Sabater es irreversible?

La verdad es que, por si acaso, casi prefiero quedarme con la duda, mira tú.

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