Me alegra sobremanera que Ecologistas en Acción haya denunciado al Ayuntamiento de Madrid y a su responsable de Medio Ambiente, la ínclita defensora de los derechos sociales, amante de los animales (como se aprecia en la imagen) y fascista inefable, Ana Botella.
La Botella es siempre uno de mis objetivos prioritarios cuando me transformo por las noches, cuando sueño, en un Terminator matafascistas.
Es indigno para esta supuesta democracia que una tipeja de semejante calaña ocupe un cargo público, contribuyendo con sus constantes rebuznos a envenenar más si cabe el contaminado aire que nos obligan a respirar a los madrileños.
Me relamo sólo de pensar en esta individua encarcelada (no caerá esa breva) o, al menos, apartada para siempre de la vida pública.
Insisto: su mera presencia es humillante para los que de verdad creemos en la democracia.
Ojalá prospere la denuncia.
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