Quizá sirvió para que el ejército no tuviera provisiones, pero para eso tuvieron que morir muchas gentes humildes, te lo aseguro. No somos más que juguetes en manos de los nobles. Deciden sobre sus asuntos sin importarles cuántas muertes o cuánta miseria puedan acarrear a los demás.
Ildefonso Falcones - La catedral del mar
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