30 de julio de 2010

Estados mentales inapropiados (o no)

Pocas veces voy a trabajar en coche.
Entre que no me gusta conducir y que la mayor parte de los que cogen el coche antes de las 8 de la mañana ya van con un estrés y una mala hostia encima que no hay san dios que los aguante, prefiero ir en la Renfe porque, aunque su funcionamiento sea una lotería, me aporta grandes dosis de tranquilidad.
No tener que soportar los intentos de asesinato (según qué maniobras sólo se pueden calificar así) de otros conductores supone un gran alivio.

Sin embargo, venir al trabajo escuchando Ska-P y Barricada te provoca un estado emocional nada recomendable para tener que trabajar.
Había flipado con En blanco y negro anteriormente y antes de llegar a la oficina, acababa de escuchar y gritar El vals del obrero.
Cuando entré en la oficina me acerqué a mi jefa y le dije "hoy salgo media hora antes", casi deseando que me dijera que no podía ser.
No me puso pegas.
Bien es cierto que había llegado media hora antes de lo estipulado y que mi jefe es medianamente razonable con esas cosas, que todo hay que decirlo.
Creíais que la había montado, ¿verdad?
Todavía no, jejeje.

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