Si existe un conflicto armado en el mundo y, si me apuran en la Historia, en el que uno tenga claro quiénes son los buenos y quiénes los malos, es el de Israel y Palestina.
Este último episodio no hace más que sumarse a una larga lista de tropelías cometidas saltándose a la torera los Derechos Humanos, única ley universal que obliga a todos los países.
Bueno, a casi todos, porque Israel ha podido hacer siempre lo que le ha salido de ahí.
Contando siempre con el apoyo del primo de Zumosol, dispuesto a reír todas las gracias de los chavales, Israel se ha dedicado a la exterminación indiscriminada de palestinos, mientras la comunidad internacional se limitaba a condenar los actos y poco más, algo que les provoca la risa a los judíos.
Y, por cierto, no se trata de anti-semitismo, que es lo que utilizan para justificar todos sus actos, porque no estoy en contra de ellos por ser judíos... estoy en contra de ellos porque son unos hijos de puta de la peor especie.
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