16 de mayo de 2010

Nuestra casa, nuestra república

Nuestra casa es una república independiente de unos 70 metros cuadrados, con dos habitantes, el euro como moneda única y el castellano como idioma oficial, aunque en algunos periodos del año, coincidentes con las oposiciones, el inglés se considera lengua co-oficial.
Somos un estado libre, de izquierdas, ateo, antitaurino, republicano y del Atleti. No nos falta un extra, vaya.
Gobierna la presidenta de la república, acompañada siempre en todos los actos oficiales por su primera dama (aka yo).

Limitamos al norte (o sea, encima) con una bonita humedad atigrada que ocupa toda una pared de la capital administrativa del estado (o sea, el dormitorio principal), a uno de los lados con unos abuelos sordos que tienen la tele encendida las 24 horas del día y a un volumen brutal, con una programación alternante entre el fútbol y los programas del cotilleo, al otro de los lados limitamos con otra pareja de yayos también duros de oído y que, de lunes a viernes a las once y media de la noche y todos los fines de semana a las 9 de la mañana se comunican a voces con un tal Paulino que, a no ser que resida en Nueva Zelanda, les escuchará sin necesidad del teléfono simplemente abriendo la ventana y, finalmente, al sur (o sea, debajo) limitamos con un par de locos, el del segundo, que se pone a dar martillazos a las once de la noche o a las siete de la mañana (según le da), y la del bajo que, cuando se le cruza el cable, se pasea por las escaleras con un cuchillo dispuesta a ver de qué color tenemos los mondongos.

La capital de la república es el salón, aunque la mayor parte de las decisiones administrativas se toman en el dormitorio, verdadera capital gestora del estado.
La principal fuente de ingreso de la república es el comercio exterior. El turismo, tan importante en otros lugares, no es aquí algo muy destacado. La media es de 8 visitantes al año. Las infraestructuras hoteleras se reducen a una cama para todo ese turismo.
Se desarrollan importantes festivales cinematográficos en el salón de la república cada fin de semana, dedicando gran parte de la programación a redescubrir los clásicos o a ciclos por género y/o director.
La literatura ocupa también un papel destacado en la vida cultural de la república.
El medio de comunicación principal es este blog.
En próximas fechas, la república cambiará de ubicación, esperando mejorar sus límites geográficos, reduciendo los metros cuadrados de territorio, pero manteniendo la misma infinita felicidad en sus dos habitantes.

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