Con Garzón

Con todo lo que está sucediendo en torno a la figura de Baltasar Garzón, la democracia española ha perdido una oportunidad magnífica de demostrarle al mundo que los viejos fantasmas del franquismo están más que olvidados y superados.
Pero no ha sucedido así.
Lo que ha ocurrido es que el fascismo que sigue gobernando en la sombra en unos sitios, a plena luz en otros, se ha vuelto a salir con la suya.
Los Derechos Humanos han vuelto a perder una batalla.
Lo que pasa es que esta vez no ha sucedido en ningún lugar remoto de África.
Esta vez ha sido a la vuelta de la esquina, aquí, en este puto país de mierda, donde a los criminales y mangantes se les trata de usted y con reverencias y a la gente de bien se la señala con el mismo dedo inquisidor, franquista y podrido de siempre.
Europa y resto del mundo: no hagan como hicieron hace 74 años, cuando miraron para otro lado cuando los fascistas mataban y asesinaban con total impunidad en esta misma tierra.
No miren para otro lado.
Esto nos afecta a todos.
Ayúdennos, por favor.