Conozco un chaval que tiene instalados en su ordenador siete sistemas operativos diferentes y que aún se sorprende por no tener pareja.
En primer lugar, vaya por delante que eso de chaval es una manera de hablar, ya que somos de la misma quinta y ambos hace tiempo ya que en lugar de peinarnos hacemos un doctorado en ingeniería capilar.
En segundo lugar, quiero que quede muy claro que tener siete sistemas operativos diferentes instalados en el mismo ordenador no es la causa por la que este chaval no tiene pareja.
Tan solo es una consecuencia.
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