14 de julio de 2009

Inculto pero honrao

Hasta hace pocos años, para ser un, por ejemplo, blog de culto, bastaba con que no te leyera ni San Pedro.
Verbigracia, éste blog que (no) estais leyendo.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, ya no vale con ser desconocido para ser de culto.
Ahora también hay que estar relacionao.
Y ojo, no hablo de unas relaciones tipo mi primo, el concejal o mi henmano, el constructor que ésas, al fin y al cabo, las tiene cualquier mierdecilla.

Las relaciones que de verdad importan para estas cosas son las de los trendies, la gente cool, amantes de las gafas de pasta, el Mercado de Fuencarral y las camisetas de Custo Barcelona, Cayetana Guillén-Cuervo (aka Garci? What Garci?), la troupe de No disparen al pianista pero acribillen a los presentadores, cualquier persona que trabaje en Cuatro, Bebe, Jesús Vázquez y Alaska.

Así que ya sabeis.
Vosotros, que aspirais a ser considerados gente de culto, ya sabeis dónde tenéis que arrimar vuestra sardina.
Yo también lo sé pero, como la estupidez humana me sienta muy mal, prefiero ser inculto pero honrao.

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