10 de febrero de 2009

La dignidad de los fascistas

17 años después de "vivir" de manera artificial, la cordura y la dignidad de una familia han derrotado la sinrazón de un gobierno abierta y descaradamente fascista que, desde la supuesta autoridad moral que les concede el respaldo de la iglesia católica, pretende defender la dignidad de toda vida humana.
Si existiera algo de justicia en esta perra vida, Berlusconi se quedaría como un vegetal justo cinco minutos después de que el Senado italiano aprobara la ley, redactada a toda prisa y con la habitual mala baba sectaria, según la que no se le podrá retirar la alimentación a alguien que no se pueda valer por sí mismo.
Y si fuese él quien quedara como un vegetal, yo sería el primero en apoyar este tipo de leyes.

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