20 de junio de 2008

Fui al teatro

La última vez que fui al teatro fue la penúltima semana de Mayo.
De este año, se entiende. Porque meses de Mayo ha habido muchos, pero meses de Mayo en los que uno haya ido al teatro acompañado por la mejor compañía que uno pudiera soñar, sólo ha habido uno. El de este año.
El motivo, si es que para estas cosas tuviera que existir alguno, fue mi cumpleaños.
Un regalo con forma de entradas de teatro para ver en directo a los siempre geniales Faemino y Cansado.

Eso sí fue un auténtico regalo tipo kinder.
Tres en uno.
Las entradas, Faemino y Cansado y la compañía, por orden creciente de importancia.
El espectáculo, sencillamente genial, con ese inicio ya clásico en la pareja, cuyo origen se remonta a la primera representación del mitiquísimo Siempre perdiendo.
Recién llegados de Madrid, nosaltres...
La noche fue insuperable, como todos los momentos que vivo contigo.
Sorpresa, espectáculo, besos y abrazos.
¿Alguien puede pedir más?

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