18 de mayo de 2008

Una nevera

Quisiera ser una nevera que, en lugar de frío, dé soledad, como la mía.
Una nevera en la que sólo encuentre una lechuga con las hojas amarronadas que me susurre un "mátame".
En la que un bote de mayonesa a medio consumir me enseñe la diferencia entre el color blanco y el amarillo.
En la que habitan yogures con pantalón de campana y flores entre las melenas.

Quisiera ser una nevera en la que los huevos puedan crecer felices, en la que la escarcha se acumule y las zanahorias desarrollen un traje de faralaes a topitos verdes.
Una nevera, como la mía, en la que el salchichón me desafíe escondido tras el bote de mayonesa, tarareando la sintonía de La muerte tenía un precio.
En la que todas las criaturas del dios de los creacionistas de Alabama pudieran vivir felices y en paz, en el universo no frost, donde todo es más bonito y sabe mucho mejor.

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