9 de mayo de 2008

Nostalgia

Me llega un mail de un colega que, en su momento fue buen amigo, para recordarme que es su cumple y que nos invita a tomar unas cañas para vernos las caras y ponernos al día.
El primer detalle chungo es que estas cosas, si te las dicen los amigos, te llegan por teléfono o vía facial, es decir, cara a cara.
Cuando te enteras de estas cosas por mail quiere decir que tampoco sois tan amigos.

El segundo detalle chungo es que hacía varios meses que no nos veíamos y, sinceramente, ninguno de los dos nos echábamos mucho de menos.
Las cosas cambian, por supuesto, y nosotros con ellas.
Ya no tenemos 15 años y, para según qué cosas, se nota.
Todo es más artificial y hay mucha más distancia.

Reencuentros con personas a las que uno llamó amigos y que, finalmente, descubrió que no eran merecedores de ese calificativo pero, paradójicamente, uno pasa toda la noche hablando con uno de ellos.
Nostalgia, supongo.
¿Arrepentimiento, tal vez?
Un poco de ambas.
Nunca nada será como antes y la noche termina entre "me alegro que hayas venido" y demás fórmulas de cortesía que, entre amigos de verdad, no hacen falta.
Nostalgia, sí, pero por la inocencia perdida, por la pureza de sentimientos y porque, nos guste o no, antes no éramos tan perros.

No hay comentarios: