Me gusta Warhol pero sólo con tomate. Lichtenstein, en cambio, me mola sin reservas aunque no participe en Eurovisión.
Soy alérgico a las estaciones de tren y a las bodas que son por amor. En ambas se me cae la lágrima como a la Esteban cuando menciona a Jesulín.
Lloro sin ocultar las lágrimas, del mismo modo que cuando río no escondo la sonrisa.
Me asustan las películas de miedo y me aterrorizan las pretenciosas.
Nunca olvidé un cumpleaños de manera inconsciente y si digo que no acostumbro a pensar, te aseguro que no es un purparlé.
Soy lo que aparento, un tío sencillo, simple y vulgar.
Y no quiero aparentar otra cosa.
Como dice la canción, "no es que sea malvado, sólo soy guapo".
Qué le voy a hacer.
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