13 de diciembre de 2007

Todos culpables

Esta mañana me he enterado de una noticia que me ha alegrado sobremanera. Una estudiante de periodismo que colabora en un programa de radio fue llevada a la comisaría para ser identificada después de que pretendiera gastarle una broma a unos mossos d'escuadra. La supuesta broma consistía en que la muchacha cambiaría sus multas por favores sexuales.
Particularmente, este tipo de bromas me parece que no tienen ni puta gracia. Sacar de quicio al personal y reírse de ellos (y no con ellos) es la política que siguen muchos programas de los medios. Por eso me alegro. A ver si aprenden.
Lo malo es el sistema del que forman parte. Eso es lo que más apesta de todo.
1) La estudiante a la que le piden que haga eso. Seguro que está contratada como becaria (a 300 cochinos euros el mes, que me sé cómo paga la casa) y piensa que si no lo hace ella, la echarán a la calle. Y lo hacen, sí. Tal vez piensa que este es sólo un sitio de paso y que ya vendrán tiempos mejores en los que podrá decir NO a algo. O tal vez piensa que el fin justifica los medios y que vale todo. Independientemente de cuál sea su razón, tiene su parte de culpa, pequeña eso sí. Porque hubiera podido elegir no hacerlo.
2) El director del programa. Él es quien elige lo que se hace y lo que no. Él es quien decide que esa broma es muy graciosa y hay que hacerla sí o sí. En este caso, el historial del pollo en cuestión habla por sí mismo. Es de los que sólo se acuerdan de la gente cuando miran para abajo para averiguar lo que están pisando.
3) El director de la cadena en la que se emite el programa. Sólo tiene ojos para los números. No le importa lo que se haga mientras eso genere más audiencia. El "vale todo" no es una opción, sino un estilo de vida.

4) Los directivos de la emisora. Si al director de la cadena sólo le importan los números, a éstos sólo les preocupa la pasta. Son tiburones con rebozado de boquerón, desalmados y sin escrúpulos, que no dudan en fusilarse a quien sea cuando no pasa por su aro.
Todos son culpables. Sobre todo porque podrían hacer otro tipo de radio pero, claro, para eso haría falta talento. Y con las miserias que pagan, sólo pueden contratar gentuza.
Menos mal que nosotros tenemos el poder. Recordad que todo aparato también tiene un botón de off.

No hay comentarios: