5 de diciembre de 2007

La vez que casi gané (ganamos) un Ondas

Anoche fue la gala de entrega de los Premios Ondas, una ceremonia vacía destinada al autobombo y el ombliguismo. Mucha sonrisa profidén y todo lleno de coleguitas palmeros que bailan el agua de manera babosa.
Y lo sé porque una vez estuve nominado.
Lo grande del caso es que ni me acordaba. Estaba cambiando de canales buscando algo con lo que dormirme (con poco éxito vista la hora del post) cuando, de repente, he encontrado la ceremonia. Y entonces me ha venido a la cabeza el recuerdo.
Coño, si yo también estuve nominado.
Se trata de una de esas cosas que, teóricamente, uno nunca olvida. Un nuevo capítulo más de la exitosa serie "mi memoria de pez y yo".
De todos modos, maticemos. Que acabo de leer eso de que "yo también estuve nominado" y casi me descojono. Como si fuera Bobby Deglané.
Estuvo nominado el programa en el que yo trabajaba. Bueno, no era ni un programa. Más bien era un relleno. Como no había tanta publicidad, se colocaban unas piezas en las que se informaba de las actividades culturales de Madrid. Y yo era el último mono de ese relleno. Recolocado mi ego, prosigamos.
No tuvimos que ir a la ceremonia porque no ganamos. Allí no hay caritas de falso orgullo cuando no te llevas el premio. Allí sólo van los premiados.
Lo mejor de todo es que hubiera tenido que salir yo a recoger el premio, porque era el único menor de 30 años del "equipo" y el premio era para jóvenes (o algo así). Seguro que no se me hubiera olvidado si nos lo hubieran dado.
Y así, mi cuarto de baño tendría un aspecto menos desangelado.

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