Seguro que todos habréis visto las imágenes en las que el Rey mandaba callar a Hugo Chávez al más puro estilo Mariñas. ¡Karmele, cállate, coño!
Y Karmele-Chávez no sólo se calló, sino que se levantó de la mesa y se marchó. Y eché de menos a un Ximo que le intentara convencer de que volviera a sentarse. Y, por qué no decirlo, a un Jimmy Jiménez-Arnau que volviera a explicarnos el origen etimológico de la expresión “rubia de bote, chocho morenote”.
Así, estas reuniones políticas que no sirven para nada, tendrían un poco de vidilla. Y, además, nos resultarían bastante más cercanas.
Podría presentar el evento Jordi González (aka Cara-Cráter y aka alguna cosa más que no me atrevo a poner). Y que la gente mandara sus mensajes de texto. Y, en mitad de un discurso, que apareciera Terelu anunciando un politono. Ya me imagino a todos los jefes de estado perreando de mala manera con el último hit de la hijadeputa de la Stefan (escritura Peibols on).
Y, al día siguiente, AR podría dedicar una de sus tertulias serias, que es cualquier tertulia en la que salgan Lecquio y la Esteban, a analizar las consecuencias de la cumbre, sobre todo desde el punto de vista de la Campa y Jezulín.
Creo que, si lo hicieran de este modo, todos nos tomaríamos la política mucho más en serio.
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