24 de noviembre de 2007

La oreja de Pau

Me llegó ayer un comunicado de prensa. Uno de los pocos vínculos que me quedan de mis tiempos en el mundo del rock and roll. Primero, unos añitos de radio y después, otros tantos de carreteras y malos hoteles. Más tarde pasé a mejor vida. Aún me quedan amistades de ese mundillo y, de vez en cuando, me llegan noticias.
Una de ellas fue ésta. Paulina Rubio no será la nueva cantante de La Oreja de Van Gogh. Claro que no, pensé. Es un grupo que mueve poca droga para Pau. Ni siquiera Keith Richards en su época más chunga hubiera sido suficiente para ella.
Pero voy un poco más allá. Ahora que hemos conseguido quitarnos de en medio la tortura que suponían sus canciones, no cometamos el error de intentar resucitarles. Pau es feliz con sus drogas, la Montero con sus maullidos y los colegas del hijo de Txiki Benegas podrán ser muy felices dando de comer a las palomas sentados en un banco de un parque.
Y así, todos contentos.

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