El caso es que los juegos, para la consola Nintendo DS, pretenden recrear profesiones. Y aquí viene lo delicado del asunto. Hay cuatro opciones, a cual mejor. “Imagina ser veterinaria”. Vale, se acepta. “Imagina ser diseñadora de moda”. Dejando aparte lo estúpido y peligroso que me parece el submundo de la moda, supongo que también se acepta. Con calzador, eso sí.
Ahora viene lo bueno. “Imagina ser cocinera”. Pero, ojo, no se trata de un restaurante de lujo y una cocinera profesional que, aunque haya cuatro mal contadas, haylas, sino de cocinar para la familia y amigos. O sea, la de toda la vida. La que está entre pucheros cuidando a su hombre. Atentos a la descripción, que no tiene desperdicio. “Aprende junto con Lisa cómo cocinar para la familia, acompáñala mientras juntas aprendéis trucos de cocina y preparáis deliciosas comidas. Conseguirás impresionar a familiares y amigos”.
Tócate los huevos. ¿Más de 10.000 años de supuesta evolución para seguir igual que hace medio siglo?
Pero, como diría Súper Ratón, no se vayan todavía, aún hay más. “Imagina ser mamá”. Me encanta.
Sinceramente, creo que se han quedado cortos. Deberían fusionarlos todos y lanzar uno que se llamara “Imagina retroceder en el tiempo”. Saca tu casa adelante, cocina, friega, limpia, ponte guapa para tu hombre, no vaya a ser que, después de su jornada de trabajo le apetezca un poquito de mambo. Eso sí, tú, olvídate de disfrutar. Mientras él se alivia, tú puedes rezar unos cuantos rosarios. Y ten presente que tú eres inferior a él. Si te da un cachete de vez en cuando es porque te lo habrás merecido. Y da gracias que puedes salir a la calle con alguna amiga (sólo las frescas van por ahí solas), no como en esos otros países bárbaros que no están evangelizados.
Menos mal que seguimos siendo la Luz de Occidente, que si no...
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