Reflexionaba hoy mientras hablaba con una compañera del curro sobre eso a la que tanta importancia concede la sociedad inmadura en la que tenemos la desgracia de vivir: la estética.
Es curioso cómo socialmente parece más aceptado llevar traje, corbata y el pelo engominado que, por ejemplo, una chupa de cuero, pantalones de pitillo, camiseta de los Maiden y melena al viento.
Particularmente, cada vez que veo a uno de los primeros cruzo de acera.
Me han robado (y lo siguen haciendo) muchas veces, me han ninguneado y me han tratado peor que al pavimento.
Los otros, en cambio, ni me han robado, ni me han mirado por encima del hombro, ni me han pisoteado para trepar más alto y además, me han ofrecido una mano de manera incondicional cuando me ha hecho falta.
¿Le seguiréis dando importancia a la estética?
Yo hace muchos años que miro mucho más allá de la portada del libro y, si os sirve de algo, vivo mucho más feliz y de manera más libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario