Sospecho que tengo un súper poder, pero aún no lo puedo asegurar.
Ayer llegábamos a casa y, al cruzarnos con un coche lleno de chavales que llevaban puestas las camisetas del Atleti, nos llevamos las manos a la cabeza y dijimos "verás qué risa hoy para aparcar".
Mi súper poder iba a ser puesto a prueba.
8 de la tarde y partido en el Calderón.
Instintivamente desvié la vista hacia el indicador de la gasolina.
Casi lleno
Casi lleno
Desmoralizador y tranquilizador a la vez.
Nos metimos por nuestra calle sin ningún tipo de esperanza y, de repente, no me lo puedo creer, no me digas que eso es un hueco, tócate las narices, en la misma puerta de casa.
Ovación y vuelta al ruedo.
Súper poder habemus.
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