5 de abril de 2010

Un camelo llamado Rock in Río

Hasta hace muy pocos años, cuando uno escuchaba Rock in Río lo asociaba mentalmente a uno de los macrofestivales más legendarios del rock duro y el heavy metal, o eso decían las páginas de la Heavy Rock, que era lo más parecido a una biblia que teníamos por aquellos años.
Durante la década de los ochenta, y hablo sin consultar la wikipedia de los cojones de memoria, surgió en la ciudad de Río de Janeiro una iniciativa para la promoción y difusión del rock.
Grupos como AC/DC, Iron Maiden, Guns n' Roses, Judas Priest, Whitesnake o Queen, por citar sólo algunos ejemplos, compartían escenario con otros artistas brasileños (como los inefables y melódicos Sepultura) en lo que terminaba convirtiéndose en una celebración de la música rock.

Hace unos pocos años se recuperó el nombre del festival, trasladándose a Lisboa.
Ingenuo de mí, recuerdo que me froté las manos ante la perspectiva de organizar un viaje para menear un poquito la ausente melena que por entonces lucía.
Cuando comencé a navegar por esas páginas que informaban sobre el acontecimiento, lo primero que me llamó la atención fue que Alejandro Sanz y Shakira figuraban como máximo atractivo del evento.

Tuve que leerlo un mínimo de cinco veces para poderlo creer.
Lo que fue y lo que es, recuerdo que pensé en su momento.
Igualico lo uno que lo otro.
Cómo no, el pequeño monstruo continuó creciendo y hoy, trasladado a Madrid, las entradas para el festival se pueden adquirir en El Corte Inglés que, como todo el mundo sabe, es un establecimiento que se caracteriza por su apoyo incondicional a la música rock.
Aunque, bien pensado, este sucedáneo de Rock in Río que nos intentan vender, ni es rock ni, por supuesto, es in Río.

Pd1: una vez consultada la wikipedia compruebo que el Rock in Río que yo recordaba poco tiene que ver con lo que fue en su realidad. O eso, o los New Kids On The Block en realidad eran un conjunto de death metal, que todo podría ser.

Pd2: Eso me pasa por ejercer de periodista y escribir sin documentarme primero. Mierdaprofesión, coñio.

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