Mañana he quedado con un compañero de curro en hablar para ver si nos vamos juntos en coche. Mi frase literal ha sido "si hay nieve, te llamo".
Me he sentido como el Sabina de los ochenta, que llamaba a los colegas sólo en esas circunstancias.
Y encima, viviendo cerca de la carretera de Valencia, mañana, en vez de ir a currar, como haya nieve, terminamos en la Scorpia.
Y no seremos los únicos, seguro.
Esto me pasa por jugar con la nieve en exceso, como a Maradona... me sube el payaso en sangre y no puedo parar, como un veinteañero de Cheste a las 4 de la madrugada de un sábado cualquiera.
Ni puedo ni quiero parar.
Menos mal que ya es casi viernes, que si no...
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