20 de noviembre de 2007

Culturetas pawa

Cuando veo, de refilón y paseando por esos canales de televisión que nos torturan con tanta frecuencia, porque ya sabéis que yo soy más de Punset (como cualquiera que tenga un mínimo de glamour), ese programa que enseña a las niñas a ser súper-modelis-tope-guay-que-te-cagas, no puedo evitar que me invada la vergüenza ajena.
Hay algo con lo que no puedo en esta vida. Aparte de quedarme sin nesquick (mi odio más profundo queda reservado para los grumos del colacao) para el desayuno, la otra cosa que me sulivella son los culturetas. ¿O debería decir los putos culturetas? Sí, mejor la segunda versión. Prometo lavarme la lengua con jabón cuando termine el post.
Todos los programas que se emiten en Cuatro están plagados de culturetas. Gente que se cree guapa y simpática, que van a ver películas indonesias con subtítulos en arameo, que no se tiran pedos, sino que se les caen los pedetes (o peditos, que no sé cuál de las dos palabras merecería más años de cárcel), que les encanta el pronombre "yo" como comienzo de cada frase y que, por supuesto, de vulgares no tienen ni la goma de la ropa interior. Ellos usan terciopelo.
Y cuando toda esa manada de culturetas intentan vendernos la moda como parte de la cultura (donde, ahora, lo mismo sale Chenoa, el penúltimo chocholoco salido de la casa de GH o la crítica del último libro de Javier Marías... bueno, no, esto último aparecería en "breves"), me acuerdo de esa frase que decía "ya vendrán otros que te harán bueno", recordando y añorando los tiempos en los que la Esteban marcaba tendencias con su caída de ojos.
Al menos ella nunca presumió de cultureta.

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