26 de noviembre de 2007

Blade Runner

La primera vez que vi Blade Runner me gustó. La segunda vez me pareció bastante lenta. La tercera vez, cuando ya había estudiado un poquito de cine y, sobre todo, visto muchas más películas, me volvió a gustar, aunque me pareció un poco lenta. Después me leí el libro y la volví a ver. Capté muchos más detalles y me enteré mejor de la historia. Y, sí, me gustó.

Ayer la volví a ver. Porque en algunos cines, bajo el pretexto de ser la versión definitiva (otro día hablaré sobre estas versiones), se ha vuelto a estrenar.

Me gustó. Y no me pareció ni lenta ni rápida. Tiene el ritmo que tiene que tener para poder captar la historia.

Intentando dejar aparte la influencia malévola del libro, pues hay que saber que la película es una cosa y el libro otra muy diferente o, si se prefiere, dos maneras diferentes de contar la misma historia, Blade Runner es una película redonda, en la que se mezclan las historias de un policía desencantado con la vida y de un replicante empecinado en vivir.

Para los más frikis, un detalle. En un momento dado, se explica que se han fugado seis replicantes de la nave pero, curiosamente, sólo aparecen cinco. ¿Quién es el sexto replicante?

Veredicto del sobaco: imprescindible. Recomiendo ver la película y, después, leer el libro y, acto seguido, volver a verla. Seguro que os pasa lo que a mí. Cada vez que la veo, capto más detalles.

1 comentario:

Peibols dijo...

Mola mil.

Yo creo que SÓLO he visto el director's cut y me gustó.

El libro no lo leí... pero en cuanto acabe con los comics pendientes... lo haré.